Nuestra Vida Paulina

Hace varios años se comenzó a trabajar con ahínco, entusiasmo y por sobre todo con un gran espíritu de: “Unidad, Caridad, Novedad y Servicio” para mostrarle al mundo que formamos: “Una familia Paulina” que como los primeros cristianos, el mundo dice: “Ved como se aman”.
En la Familia Paulina chilena se trata de tener y manifestar al mundo que nos rodea que la Comunidad tiene: “Un solo corazón y una sola alma”, “Riqueza espiritual y mucha unidad”.
La Compañía, está llamada a ser siempre “Alma” con un: “Caminar desde Cristo”
Se trabajó y se trabaja por darle al Instituto y a la Iglesia, un corazón que lata, que ame, que trabaje incansablemente por “Una Nueva Evangelización” “Por un Audaz Apostolado", como dicen las Constituciones en el Art. 2 “Con espíritu de novedad y de servicio” incansables, como decían los primeros Paulinos:”El paulino (a) descansa en la tumba, los Paulinos son una moneda para gastar”) Apóstoles anclados en el corazón de Dios, en el corazón de la Iglesia, que como dice el Santo Padre Francisco: una Compañía que reconoce el orden de su existencia, de su ser, de su actuar. Apóstoles siempre en “Salida” para extender su Reino. Una C.S.P. que sea símbolo de Cristo, iglesia doméstica que hace “Comunidad” y que esta Comunidad sea símbolo de “UNIDAD”, de “CARIDAD”, “GENEROSIDAD” “ENTREGA”, de “NOVEDAD Y DE SERVICIO” en su propio ambiente, trabajo, parroquias, en sus familias, con sus amistades y en el mundo donde les toque vivir etc. ….siendo en todo momento: “SAL Y LUZ DEL MUNDO” “FERMENTO EN LA MASA”

San Pablo, ha ido mostrando el sentido de esta Comunidad y el Espíritu Santo ha regalado la unidad y una plena disponibilidad a la voluntad de Dios interpretando constantemente los signos de los tiempos a la luz del Evangelio. Art. 6 de las Constituciones.
La C.S.P. ha tomado conciencia de estos tiempos importantes para la vida del Instituto y para toda la Iglesia, por ello han colocado en las manos del Padre Dios, de María Santísima, del Beato Cardenal Ferrari y del Fundador, el Padre Giovanni Rossi, los talentos de cada uno, sus limitaciones, esfuerzos e ideales, para que contribuyan a la “FECUNDIDAD Y SANTIDAD” de la Iglesia y del mundo…
Originalidad
En Chile han sido 24 años de mucho trabajo, dedicación, sacrificios, donación, esperanza y entrega a la C.S.P., de una existencia totalmente donada a Dios, a su Iglesia.
Esta donación es original y especial como todo Instituto Secular, puesto que fue formada por personas llamadas por el Señor, de tan distintas, diversas y apartadas ciudades del Centro y Sur de Chile, con distintos talentos y dones, unidas en un solo corazón, por esto mismo con una mayor fuerza en el Espíritu Santo, con una profundidad espiritual paulina a toda prueba.

Cada Paulina, Paulino han sido y son, una gran riqueza como una verdadera “Familia Paulina en el mundo entero”, ejemplo y camino para las nuevas vocaciones que más tarde engrosarán nuestra Comunidad.
Reflejan la presencia, de la Iglesia en los actos de vida de Comunidad, su interés por ponerse al día en lo que ocurre, su participación, a la vida de la C.S.P., con noticias de su vida Apostólica, espiritual, celebraciones de sus parroquias, lugares de trabajo, así traen su aporte de alegría y también comparten sus angustias y tristezas cuando como seres humanos y verdaderos “Laicos” suceden en su vida diaria. Así día a día se va construyendo la hermandad como verdaderas hijas de Dios, y amadas por Él y reunidas mutuamente en su nombre.
Así se refleja en forma importante y con mucha “responsabilidad”, su compromiso con el Señor, con la Iglesia y con el Instituto, lo que un día se selló frente al altar, como un miembro vivo con plena conciencia de “Misión” y como verdaderos apóstoles para la extensión de su Reino...

A 24 años de esta “Refundación” se debe dar gracias al Padre Dios y a la Santísima Virgen por el crecimiento espiritual y también el llamado de Dios a nuevas y santas vocaciones que se han ido integrando al Instituto haciéndolo crecer con nuevos miembros efectivos en estas dos décadas. Se ha experimentado el cariño, la preocupación, la hermandad, las amistad entre esta preciosa y fraternal Comunidad Paulina: “Siempre unidas”, “Siempre alegres”, “Siempre dispuestas ayudar”, a participar, a viajar 600 y 800 kilómetros sin importar sacrificios ni dinero. Una Comunidad que prepara día a día su corazón para servir a todos con un verdadero “Espíritu de novedad y de servicio”.
Siempre fue importante hasta el día de hoy el intercambio y la comunicación personal, esta modalidad ha sido la fidelidad que ha dado el éxito de esta unidad y por qué no decirlo el cariño que la Comunidad se profesa. Son verdaderas hermanas en Cristo Jesús.
El ideal comunitario:
Fue algo maravilloso, grandioso y difícil en un primer momento, la puesta en marcha del ideal paulino, de su espiritualidad y carisma. Había que legar un sello de: Amor, Unidad, Fraternidad, Fidelidad, Perseverancia y por sobretodo la vivencia de una profunda “VIDA DE ORACIÓN”, que una al Instituto hasta la vida eterna….Esto exige una responsabilidad, dedicación, entrega, preocupación en alto grado por cada miembro efectivo y por toda la Compañía…Aprendiendo siempre a “Escuchar la voz de Dios y ponerla en práctica”
Son un “Taller de Santidad” lo que no se expresa no se conquista para Dios, decía San Irineo.
Lo divino debe penetrar lo humano. La Comunidad Paulina se reúne mensualmente y se transforma también en una “emisaria”, testigos vivos del amor de Dios.
La Comunidad es el lugar donde “dos o tres se reúnen en Su nombre, allí está Él en medio de ellos” es por esto que las reuniones de Comunidad están consideradas como un momento de “encuentro con el Señor”, “de amistad y crecimiento de las unas con las otras” un lugar donde cada Paulina se transforma, donde se educa, se comparten experiencias, donde la Paulina participa con todas, parte de su vida y se transforme en un verdadero testimonio del amor del Señor para salir a repartirlo en medio de su trabajo profesional en medio del mundo, es como un “envío permanente” a la “Nueva Evangelización”.
Los temas de formación inicial y permanente quieren transformar a todos los Paulinos y Paulinas, en verdaderos “Profetas” de la Palabra, el objetivo es que a través de la vida sacramental, de oración y Formación Permanente, sean verdaderos “Testigos” para el mundo de hoy, Paulinos y Paulinas con convicciones profundas, los encuentros Paulinos son una Escuela para revitalizar la vida personal de cada una para que ser verdaderos “Apóstoles”, sembradores del Evangelio, verdaderos testigos en el mundo siendo “Fermento y Luz que alumbran para que otros también descubran el Reino de Dios”.
La Comunidad es muy “unida”, Laicos, Laicas y Sacerdotes que viven en medio del mundo, pero consagrados a Dios con un mismo ideal, por esta razón la Compañía quiere ser: “Corazón de un Nuevo Pentecostés” para la Iglesia, en donde quiera que esté. Los encuentros mensuales son muy positivos para “Unificar” el trabajo personal y Apostólico de cada uno de sus miembros, así se clarifican dudas y se emprende con mayor vigor el apostolado permanente que es el eje que une a toda la Comunidad.
La formación permanente:
La Formación permanente es profunda y esencial, lleva a tomar conciencia de la importancia de Evangelizar en nuestro entorno con un verdadero “Testimonio personal” en medio de la sociedad en nuestra profesión con creatividad y donación, buscando nuevas instancias, nuevos métodos de Evangelización, encarnando nuestro carisma para ser verdaderos “Testimonios en medio del mundo” y hacer vida entre los hombres una “Nueva Evangelización” haciendo de nuestras Constituciones una verdadera “Voz profética” Una Familia Paulina en “salida” que inquiete y conquiste al mundo y a la sociedad de nuestro tiempo para llegar a ser “Iglesias vivas” “Apóstoles del Reino” en donde estén…